Octubre 2011
Se vienen las elecciones para elegir un nuevo gobierno. Diversas fórmulas presidenciales ya se instalaron y ofrecen sus servicios. De sus profundas galeras extraen con elegancia pañuelitos de colores prometiendo progreso, bienestar, salud, educación y empleos productivos para todos. Como ciudadanos tendremos que concurrir a las urnas y en un acto de profunda responsabilidad cívica deberemos elegir aquella fórmula presidencial que nos inspire mayor confianza para acercarnos al país que quisiéramos construir en los próximos años. ¿Cómo sería el país que los políticos nos ofrecen construir? ¿Cómo será el país que nosotros quisiéramos construir? Las preguntas referidas delimitan escenarios contrapuestos y nos impulsan a reflexionar antes de emitir nuestro voto.
¿Qué sociedad queremos? ¿Qué modificaciones tendremos que introducir en nuestro ordenamiento jurídico para garantizar un sistema político federal y republicano que articule en todo el territorio las relaciones entre sociedad, gobierno y estado? ¿Cómo administrar el tránsito desde una democracia representativa imperfecta hacia una democracia participativa mejor? ¿Cómo avanzar desde un centralismo exacerbado por un estado fofo hacia la autonomía de macroregiones y microregiones formadas por la asociación voluntaria de provincias y municipios? ¿Que grado de equidad predominará en las relaciones sociales?
¿Qué coeficientes de participación del trabajo y capital en el ingreso nacional asumiremos como metas para los próximos 20 años? ¿Que tipo de capitalismo tendremos que perfeccionar para compatibilizar los intereses globales y privados? ¿Cómo restablecer equilibrios de base entre las diversas regiones del país? ¿Cuanta inversión en infraestructura y en desarrollo productivo y social será necesario transferir a escala regional para ampliar y equiparar en el largo plazo las oportunidades de desarrollo de las diversas regiones del país? Los Fondos de cohesión social que hicieron posible la integración europea, ¿Podrían ser implementados en Argentina junto a una nueva ley de coparticipacion?
¿Cómo instituir el régimen de las Tres Economías para compatibilizar los intereses permanentes del estado con la economía privada y con una economía social-comunitaria? ¿Qué responsabilidades deberán permanecer como funciones indelegables
del estado y cuales podrán ser transferibles al sector privado? ¿Que relaciones estableceremos a futuro entre el mercado y el estado para alcanzar los propósitos del bienestar social? ¿Qué limitaciones tendremos que introducir en el derecho de propiedad privada para garantizar su dimensión social? ¿Cómo podrá la nación recuperar la potestad y soberanía sobre los recursos naturales que por la Reforma Constitucional del 94 pasaron a poder de las provincias y de estas al sector privado multinacional? ¿Será posible recuperar el artículo 40 de la Reforma Constitucional del 49?
¿Cómo podremos construir y financiar al estado para que los gobiernos puedan asegurar a la población sus derechos al trabajo, a una remuneración digna y al goce de los derechos sociales de educación, salud y previsión social? ¿Como garantizar la preservación de nuestro patrimonio físico y cultural para beneficio de las generaciones futuras? ¿Cómo redefinir formas apropiadas de inserción internacional de la Argentina para potenciar los beneficios de un orden globalizado sin afectar el desarrollo nacional? ¿Como orientar nuestra participación en el marco sudamericano para participar activamente en la construcción de una Comunidad integrada que transforme a nuestra región en un polo de poder dentro de la nueva configuración del poder mundial multipolar?
¿Qué políticas nos ofrecen los diversos candidatos para eliminar en los próximos años la extrema pobreza en nuestro país? ¿Sería posible conformar por ley del Congreso un Fondo Nacional de Desarrollo destinado a financiar la creación de empleos productivos en regiones y municipios bajo responsabilidad y control de nuevas organizaciones sociales autónomas y descentralizadas, con sustentación técnica, ajenas al clientelismo político? ¿Sería posible consolidar este Fondo con recursos presupuestarios, préstamos internacionales específicos y recursos privados transferidos al Fondo desde los sectores de alta renta bajo el carácter de anticipos por futuros pagos impositivos?
La materialización de esta propuesta representaría una verdadera revolución en términos de gestión pública a nivel descentralizado. Posibilitaría eliminar el desempleo y la pobreza; impulsar y valorizar el trabajo como factor esencial para construir la riqueza de las naciones; crear empleos, producción, construir infraestructura física, emprender programas de preservación ambiental, de desarrollo social y asegurar trabajo, renta, educación, salud y viviendas para todas las familias argentinas vitalizando los procesos de recuperación económica y social en los ámbitos locales de este inmenso país.
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Las preguntas formuladas tendrán que haber sido ya discutidas y evaluadas por los partidos políticos en múltiples foros al interior de la sociedad argentina. Tratemos de informarnos. Si no podemos encontrar respuestas adecuadas aún tenemos algún tiempo para observar y evaluar las ofertas políticas disponibles antes de emitir nuestro voto. Otros pueblos de América cumplen regularmente con este ritual esencial de reflexionar y, antes de emitir sus votos, presionan intensamente a los candidatos para conocer las verdaderas motivaciones que sustentan sus aspiraciones de conquistar el poder de gobernar. La historia nos enseña que no todas las consecuencias provenientes de errores cometidos en el pasado al elegir a nuestros gobernantes pudieron redimirse en el futuro.