René Rodríguez Ramírez , poeta de Puerto Rico
Trashumante
Andas,
trashumante en el colosal firmamento de la noche,
buscando la compañía de nuevas ansias
de nuevas intenciones,
dejando en tus huesos mi ausencia.
Sola,
emigras hacia la oscuridad del sentimiento,
escudriñando cada ínfima felicidad
que en el pasado
provocó en ti asombro.
Tiritas en el infernal frío
que el ostracismo te brinda,
indagas fanáticamente
cada beso,
cada sonrisa,
cada mirada,
para desterrarlos al fin,
de tu piel.
Ave nocturna
Abre la puerta,
la que te llevará a otra puerta,
entre ambas,
la arena y el jazmín.
Levanta tus extenuadas alas,
alza el radiante vuelo
y extiende tus abrazos.
Abre la otra puerta.
Elévate,
observa la luna,
esquiva las piedras celestes,
y vivirás como ave nocturna.
Quedan tristes
Solas quedan tristes
las reminiscencias de la inmolación de un ayer consumido,
de un pasado enviado a la barca del olvido.
Contradictorio final
de la acción ilusoria del afecto,
esa fatídica historia de la emoción
instaurada entre dos,
y la elocuente ira
que de mis venas te apartó.
Solo quedan tristes
las reminiscencias de un ayer.