1421
Gavin Menzies es un marino inglés apasionado por los mapas. Dedicó buena parte de su tiempo libre a recorrer museos y colecciones cartográficas. Hasta que dio con una incongruencia. Un mapa que detallaba accidentes geográficos desconocidos para la época en la cual había sido fechado. Una de dos: o la fecha era incorrecta, es decir que el mapa correspondía a una época posterior, o había que revisar la historia oficial de los viajes de descubrimiento.
Menzies siguió hallando mapas incongruentes. Mapas que mostraban la costa de África mucho antes de que los portugueses hubiesen navegado alrededor del Cabo de Buena Esperanza, mapas que describían detalladamente las costas de América del Sur, e incluían la descripción de especies autóctonas como ser el guanaco y la llama.
Es decir que los navegantes portugueses y españoles que habían “descubierto” el Nuevo Mundo en realidad habían seguido los pasos de misteriosos predecesores. En épocas pasadas no sólo los cuadernos de bitácora eran celosamente guardados, sino también los mapas que señalaban nuevos horizontes y rutas navegables. Eran las llaves del comercio y de considerables fortunas.
La tesis revolucionaria de Menzies es que fueron los chinos a comienzos del siglo XV quienes lanzaron al mar una flota impresionante con la orden de navegar hasta los confines del mundo. En aquel entonces, al igual que hoy en día, los chinos eran una potencia mundial. Contaban con astilleros y los recursos económicos como para financiar una empresa de tamaña envergadura. Dominaban los secretos de la navegación al punto de haber resuelto los misterios de establecer la longitud en alta mar varios siglos antes que occidente. Sus navíos, mucho más grandes que los que utilizaban los europeos, tenían sin embargo dos limitaciones: sólo podían navegar a favor del viento y de las corrientes oceánicas. El autor, marino al fin, da una detallada relación de los vientos y corrientes prevalecientes, a fin de demostrar la factibilidad de la empresa.
La versión oficial del descubrimiento de América por parte de los navegantes europeos se vio facilitada por el hecho de que la política china hacia el mundo exterior se modificó radicalmente con posterioridad a los grandes viajes de circunnavegación. China volvió a cerrar sus fronteras y los funcionarios destruyeron todos los documentos relacionados con dichos viajes.
Gavin Menzies nació en 1937 en el Reino Unido, se crió en China, destino de su padre, y fue comandante de submarino de la marina británica.
1421, dado a conocer en 2002, es un ensayo apasionante que cuestiona las certezas que nos inculcaron nuestros mayores. Sostiene una tesis revolucionaria que ha sido cuestionada duramente por los medios académicos.
Existen ediciones españolas de la obra (Círculo de Lectores 2003, Grijalbo 2003, Debolsillo 2004), y de su segundo libro 1434 (Debate 2009, Debolsillo 2010). Cuenta además con un sitio web: www.gavinmenzies.net