Bienvenida
No va a ser mi voz la que te busque.
Tal vez un pájaro
que detenga su vuelo
en el costado azul de tu ventana.
La luz del sonido
en el espacio entre tu mirada y tus ojos.
Una sombra que perdió su original
una noche sin luna.
El reflejo de una caricia
en un río seco.
Mi mano
tratando de asir una palabra.
Y este deseo
de detenerme antes de llegar
para llegarte
como una bienvenida