Dos cuentos infantiles
EL PERRO QUE NADIE LO PODÍA ESCUCHAR
Había una vez un perro que hablaba pero nadie lo podía escuchar. Ni el dueño lo podía escuchar, solamente podía escucharlo un zorzal que anidaba en un sauce que estaba en la puerta de entrada de la casa de su dueño. Siempre conversaba con el zorzal porque sino se aburría, siempre hablaban del vuelo de los pájaros o de la vida del perro.
El perro contaba que le gustaba mucho descansar al sol y que su dueño le rascara la espalda, el zorzal le contó que a él le gustaban las lombrices.
Y así siempre pasaban los días, el perro y el zorzal hablando entre ellos y el dueño sin poder escucharlos.
EL DÍA SOLEADO
El día era muy soleado, tan soleado que para ir al kiosco Manuel tuvo que llevar sombrilla, llevó la sombrilla a lunares de su abuela. Cuando Manuel sacaba un pie al sol se le quemaba.
Cuando volvió a la casa la sombrilla de su abuela estaba toda quemada.Cuando lo vió la abuela, porque a Manuel le salía humo del pié le contó a su abuela Luisa lo que le pasó, y la abuela le curó la quemadura con aloe vera.
Después Manuel se sintió mucho mejor.
Al otro día vino un amigo de Manuel y no paraban de jugar y a lo último del día Manuel le contó a su amigo Federico como fue ese día soleado.
Juan Genaro Chiappe
9 años Islas del Delta Tigre