Los dirigentes
Faltaban apenas dos meses para las próximas elecciones parlamentarias. El clima político era un hervidero de propuestas, mitines, discursos, componendas, acuerdos y desacuerdos, entrevistas en los medios de comunicación y algunos otros eventos surgidos a último momento, en los que se mezcla más de un oportunista, con profesionales del tema (sin título).
El Grupo “Nueva Dirigencia para la Verdad Política” (NDVP) se encontraba en sesión extraordinaria con casi la totalidad de sus miembros, debatiendo la designación del orador que ocuparía la tribuna el próximo sábado. El tema era sobradamente urgente debido a que antes de las once de la noche de ese mismo día, debían proveer a la imprenta del barrio su nombre y fotografía, para confeccionar cien carteles y unos mil panfletos y distribuirlos en la zona de influencia.
Tomó la palabra el más acreditado de los presentes, representante de los transportistas de la localidad, Héctor Segismundo Contreras, (para los muchachos “El Segis”), diciendo en voz alta:
Procederemos a la votación del primero y único orador, para lo que propongo al
Carloncho Iñiguez.
– Me opongo a la propuesta –gritó Cacho Santos, dirigente opositor de la lista de Iñiguez-
porque el Carloncho no sabe hablar en público y puede jugarnos en contra.
Otro hombre de la gente de Santos adhirió aclarando:
– Es un piantavotos.
– El sí o el no, surgirá de la votación entre los presentes –dijo Contreras- y para el caso negativo, se propondrá otro candidato.
Teniendo en cuenta que Carloncho Iñiguez era, en esta ocasión, “el caballo del comisario” y Contreras ya se había encargado de mandar su fuerza de choque para “orientar” a la masa, la votación se llevó a cabo levantando, la inmensa mayoría, los brazos en actitud de aprobación, quedando resuelta la cuestión en pocos minutos.
Carloncho Iñiguez se levantó de la silla en que estaba sentado, se acercó a Contreras y le susurró al oído:
– Escucháme una cosa, loco, de dónde sacastes que yo puedo hacer un discurso político
¿estás en pedo?
– Tranquilo macho, yo te escuché hablar y sabés decir palabras bien difíciles, que ni yo te entiendo y acordáte de cuando les hablás a los ratas de las villas, que se quedan con la boca abierta. Dale, que te estoy abriendo la puerta para el Congreso y si salís de ésta, en la próxima vas de diputado.
– Bueno, pero si sale mal no me eches la culpa.
Los carteles con la cara del elegido –foto sacada de apuro mientras cargaba su camión con bolsas de cemento- y los panfletos, fueron entregados en lugar y fecha y la concentración se realizó el sábado siguiente, como estaba previsto.
A la hora señalada toda la cúpula estaba en el tablado, el micrófono afinado en sintonía e intensidad y el dirigente Contreras dijo unas palabras de presentación, habilitando a Carloncho para que iniciara su alocución, cuyo texto había ensayado los últimos días
— Buenas noches –dijo el disertante y lo repitió en voz mucho más alta al recibir una tibia
respuesta.
— Buenas noches – gritó el público reunido, incentivado por el reto de Carloncho.
— Estamos aquí reunidos, queridos compañeros, para respaldar la elección del compañero
y buen amigo, el Fiaca Mordillo, dignísimo delegado que representa a nuestro Partido
“Nueva Dirigencia para la verdad Política”.
Una aclamación ruidosa interrumpió las palabras del expositor y se notó un pequeño revuelo alrededor del mencionado Fiaca Mordillo, cuyo sobrenombre hablaba a las claras de su disposición al trabajo. Los brazos en alto de Carloncho, llamaron a la calma y prosiguió:
– Compañeros, compañeros,…. leales trabajadores adheridos a las premisas del programa
elucubrado por nuestra digna dirigencia, incondicionales esclavos de la límpida verdad política, sepan que la complejidad de los exitosos análisis de nuestros Regentes, para el aumento significativo de la actividad que nos nuclea, ha ayudado a la preparación de un nuevo modelo de desarrollo y formas de acción, en el amplísimo espectro que ofrece la industria de los transportes de carga terrestre, acuática, es decir, por el río y la comunicación permanente vía internet digital.
La reacción de los oyentes fue estruendosa y por un rato, ni los brazos levantados de Carloncho pidiendo calma, podían aquietar la euforia despertada por aquellas palabras. Pero éste no deseaba terminar ahí su arenga y continuó:
— Es así como los superiores principios ideológicos de la “ Nueva Dirigencia para la Verdad Política” han dispuesto un relanzamiento específico y profundo de todos los sectores implicados, permitiendo explicitar las razones fundamentales, sistematizados en un frente común de actuación regeneradora. Las experiencias diversas muestran que el reforzamiento y desarrollo de las estructuras, ofrece una real verificación de las condiciones apropiadas.
Curiosamente el público, seguramente abrumado por los términos del orador, aplaudió tímidamente y a unos segundos de silencio siguió una explosión de aplausos sostenidos, vivando al expositor. Desde un sector se escuchó el comienzo, casi apagado de una marchita, que se detuvo enseguida para que el orador continuase.
— La estructura actual de nuestra organización política reúne valores humanos difíciles de comparar y cuya potencialidad nos permite intuir un futuro de maravillosas posibilidades tecnológicas que, unidas a las enseñanzas pergeñadas por nuestros líderes ideológicos, puede llegarse al completo liderazgo de la “Nueva Dirigencia para la Verdad Política” en la implantación de una Democracia Participativa y Popular, que tenga origen en la gente de nuestros gremios, acompañando a nuestros candidatos para la Senaduría y la Diputación, los representantes destacados como Carlos el Fiaca Gordillo acompañando al candidato a Senador Nacional, don Pepe Chamusca – y puso un énfasis especial en sus últimas palabras:
— ¡¡¡He dicho!!!
Estas dos palabras tuvieron para la inmensa mayoría de los presentes un significado desconocido, que puede resumirse en las preguntas que la mayoría de ellos se hicieron en el mismo momento en que Carloncho las pronunció:
– ¿Qué dijo?
– Dijo he dicho.
– No, dijo algo de la cena y de la diputación, algunas pibas del barrio se van a chivar-opinó uno que tapaba su calva con una gorra de visera que ostentaba las letras NDVP.
– ¿Qué quiere decir intuir? …suena lindo –dijo otro.
– Habló del nuevo partido político del barrio, el de la verdad -comentó uno que estaba con la esposa y dos chicos.
– La verdad, la verdad, es que si lo ponen al fiaca para que haga algo, van muertos –respondió la señora, contenta de haber conseguido dos gorras con las iniciales del grupo, para los chicos.
– No tocaron la marcha, me parece que estos son de la contra –dijo un viejito.
– En un momento dijeron algo de actuación degeneradora…me parece que estos…hummm, son medio degeneraditos –comentó una gorda de delantal.
En tanto Carloncho tuvo que ser disuadido por Contreras porque quería seguir hablando y el Segis creyó que era suficiente.
– Calma macho, ya está, dijiste lo que tenías que decir ¿no te lo anticipé? todos quedan callados cuando hablás vos.
En ese momento apareció el Fiaca Gordillo y preguntó:
– ¿Y a mí cuando me toca hablar?
– ¿Qué te pasa, te agarró el apuro a vos? tu vieja dice que aprendiste a hablar como a los cinco años y ahora querés desquitarte. Ya vas a hablar cuando seas diputado y estés en la banca del Congreso.
– ¿Yo en el Congreso, están en pedo ustedes? al Congreso voy con las pancartas y si me pagan el choripán, pero para ir adentro me tienen que comprar pilchas, si no, no me dejan entrar.
Todos los dirigentes se reunieron en la casa de Contreras y programaron unirse a la marcha que los gremios tenían programado para la semana entrante. Segismundo iría el lunes a ver al Intendente –que lo recibía sin cita previa- a buscar los fondos con que atenderían la movilización, el gasto de los choripanes y bebidas para los concurrentes, el alquiler de los micros y algo que quedara para la NDVP.